martes, 9 de marzo de 2010

CARTA A ARIANA

Me es muy difícil iniciar estas líneas, hija mía. No deseo aburrirte con mis impresiones y razonamientos acerca de esta vida. Sin embargo, estoy seguro que algún día las leerás. Para ese entonces habrás dejado tu pequeño mundo, aquél de amigos imaginarios, llantos para el abrazo, pañales y canciones de cuna e ingresarás al mundo real, hipócrita, violento y, en ciertas ocasiones, absurdo.

No quiero asustarte con todo esto, pero debes estar preparada para ver la demencial diferencia existente entre el varón y la mujer, impuesta por la patanería y fechoría de algunos pseudo pensadores, muy latente en las calles en donde te toparás con rufianes que ven en la mujer una mercancía y no contentos con rebuznar ignorancia en sus piropos, intentarán cogerla, raptarla y a multiplicarse como Dios manda.

Sí pues, la diferencia no sólo se limita a situaciones meramente fisiológicas, también alcanza a los derechos, oportunidades, sueños y capacidades como persona. Sólo recuerda que siempre hallarás pobres diablos gozando con la humillación y menosprecio a una dama.

Pero ello no debe intimidarte hija mía. Tu intelecto, honestidad y sabia elección domarán a esas hienas. No lo dudes, también tengo temor a que enfrentes estas cosas y lo entenderás más cuando veas a miles de niñas explotadas y violadas; a centenares de mujeres con un hijo en brazos mendigando un pan o una moneda y para no dejar inconclusas las estadísticas, la muerte diaria de mujeres que han sido quemadas vivas o golpeadas brutalmente por sus propios esposos. Todo ello producto de la indiferencia, bajeza y machismo.

Sin embargo, también debes detenerte en otras situaciones, y si te suena a alivio o consuelo, no todo es malo, y ello porque existen mujeres como tú que no ponen la otra mejilla a la injusticia y al conformismo. Son personas luchadoras, pujantes y con toda la capacidad de sacar su hogar adelante.

Sabes, mi abuela materna solía decir “no es necesario un hombre para salir adelante como familia”; pues sí, sobre todo si ese individuo te cosifica y piensa que serás un cero a la izquierda si él no está contigo, por ello querida hija debes entender que tu trato hacia los demás debe ser igual, independientemente del sexo o la condición social.

Y aquí, este punto es muy importante hija mía. Debo confesar que son muchos mis defectos, pero tal vez el más recurrente y agudo es mi escepticismo, y para seguir con la frase de tu bisabuela, dudo del matrimonio y de todas esas formalidades hipócritas con alfombra roja incluida.

Con esto te quiero decir dos cosas: no te cases por sentirte obligada o por la presión de un muchachito neurótico. Exacto, aquel que manipula diciendo “por qué no te quieres casar conmigo o es que acaso no me quieres" y el más filosófico te dirá “con esto sellamos nuestro amor a la eternidad”, no pues el realismo mágico sólo le pertenece a García Márquez.

El amor y el respeto no nacen o se dan por un “sí” ante Dios y una firma en los registros públicos. Mi padre me enseñó a proteger y respetar a las mujeres y mi madre a admirarlas. Así que prefiero un hombre que te respete, ame y proteja a alguien con razonamientos de Paolo Coelho y actitudes de un SS.

Disculpa si soné algo agnóstico, incrédulo y desconfiado, sin embargo conforme vayas creciendo te darás cuenta de las flaquezas y pellejerías de este mundo. Qué pensarías si te contara de un Congresista que mató a un inofensivo perro como nuestro Ozzy, ¿te respondo? Un pobre humano, qué dirías de una sociedad que añora a un genocida y vuelve a elegir a un presidente que casi nos desaparece como país, obvio verdad, una sociedad suicida, cómo te sentirías cuando veas a seres coqueteando con la felicidad al ver a un toro agonizando en Acho y lo califican como cultura. No te preocupes hija, para eso trabajamos tu madre y yo, para hacer de ti, no un ser perfecto, eso ya sería de locos, pero sí una persona con criterio, sensibilidad y honestidad.

Hoy se celebra el día internacional de la mujer, pero apelando a mi espíritu de aguafiestas, te diré que se trata de un simbolismo, para mí la mujer debe ser homenajeada todos los días, sin embargo quise que supieras, a pesar de tus cortos dos años, la importante tarea de la mujer en este mundo, además de los problemas y diferencias que enfrenta.

No es necesaria una fecha para recordar esto, pues como diría Borges “No hay cosa como la muerte, para mejorar la gente”, así sucede con los onomásticos, aniversarios y demás celebraciones, en ese momento el mundo se pone a los pies de la persona aunque al día siguiente continúe siendo reducida a la indiferencia.

Por ello, querida hija, sólo depende de ti el que sepas enfrentar este mundo. Confía mucho en ti, espera más de lo que puedas hacer y dar, no reduzcas tu esencia a seres cuyo cerebro está amoblado de la nada, pues perderás un tiempo valioso de tu vida. Lee mucho y diviértete como la cordura sí manda, al menos ya tienes como herencia mi biblioteca, inconclusa aún, pero que tú te encargarás de completar; además de mi vasta colección musical y mi seleccionada videoteca, con las cuales tus criterios y ambiciones intelectuales se ampliarán.

Por ahora sigue descubriendo nuevas cosas, aprendiendo a caminar con mayor estabilidad, tomando tu leche con miel de abeja, usando menos pañales, tolerando más los cítricos, venciendo el temor a ruidos impertinentes, continúa soñando y recuperándote de tu resfriado. Feliz día de la mujer hija mía

No hay comentarios: